La capa de aceite ocultada
Gran Canaria, abril/mayo de 2015.
No es nada fácil formarse una imagen respecto a la situación actual después del hundimiento del arrastrero ruso Oleg Naydenov frente a Gran Canaria. Casi todos los reportes disponibles se quejan sobre la falta de detalles e información dirigida al público. Sin embargo, se trata de una catástrofe ambiental causado por el ser humano.
Actualmente se dice que salen 10 litros de aceite por hora, que estaban acumulado como combustible. Un total de 1.400 toneladas se encontraron en el buque – a una profundidad de 2.700 metros. Después de haberse prendido fuego el 14 de abril en el puerto de Las Palmas y por la imposibilidad de controlar el incendio, se remolcó a una distancia de 15 leguas, donde finalmente se hundió. Desde entonces sigue siendo igual de difícil para conseguir informaciones fiables que antes. Ahora el arrastrero está investigado por robots de buceo noruegos. Se dice que se intenta de sellar las tres (¿o son más?) grietas y abertura por donde sale el aceite. Es fácil imaginarse lo complicado que debe ser tal proyecto a una tal profundidad.
Playas contaminadas
Poco después del hundimiento ya se detectó una enorme cantidad de aceite en el mar, que más tarde ensució una docena de playas de Gran Canaria. La limpieza es extremamente difícil y los voluntarios se sienten abandonados por las instituciones. También en estos días se notó otra vez una contaminación en algunas zonas de la costa. Luego se dijo que la capa de aceite podría llegar hasta Tenerife y La Gomera, ya que casi no se podía atajar el problema debido a las circunstancias generalmente complicadas en las Islas Canarias. Ya se veían aviones y helicópteros pasando una y otras veces por encima de la costa frente a La Gomera. Entretanto se ve diariamente, lo que indica que no se ha podido alejar el peligro de ser afectado también. Está claro que en un paraíso turístico se intentará encubrir un tal acontecimiento lo mejor posible. Eso seguramente es una de las razones, porque se difunde tan poca información detallada.
Más preguntas que respuestas
Aunque el aceite se queda en el mar y que se aleja gracias al viento del archipiélago canario, y que se quita una parte del aceite que flota en la superficie (lo cual se intenta en estos días con más o menos poco viento). Y aunque incluso se llega a sellar los agujeros, se trata de una catástrofe hecho por el ser humano. El aceite perjudicará aves, tortugas, delfines, ballenas y otros organismos marinos causando daños directos, enfermedades a largo plazo y muerte. Da igual adónde se vaya el aceite, mientras que quede en el medio ambiente, el ecosistema estará en peligro.
Quizás las autoridades aún esperan a que se ponga una capa de silencio por encima de aquella catástrofe hasta que no haya más interés de la parte de los medios de comunicación. Se puede suponer que el principio “fuera de la vista, fuera de la mente” ya fue empleado cuando remolcaron el buque encendido al agua tan profundo. Ahora se reprocha al capitán del Oleg Naydenov de haber avisado el incendio demasiado tarde. El capitán replica que el error era alejar el buque. Solamente se culpabiliza el uno al otro. Y quedan sólo las preguntas: ¿Cuánto aceite sale realmente? ¿Y dónde está ¿flotando? Imágenes de satélite ya muestran una marca de cientos de kilómetros en el sotavento de Gran Canaria. ¿Se podrán sellar las aberturas? ¿E incluso si se puede, qué pasará después? ¿Y quién pagará todo esto?
Problemas bajo la superficie
Otra vez lo pagará sobre todo el medio ambiente. Y a la vez se escucha por parte de las autoridades que la salud no está en peligro. También la pesca puede continuar. ¿Entonces todo está bien?
No, nada está bien, ya que el acontecimiento en sí y las reacciones y/o acciones indican que mucho no está en su debido orden en las Islas Canarias. Se junta una mala gestión de catástrofes con una política de información ridícula. Es cínico que se acusa al buque Oleg Naydenov de pescar ilegalmente en el Atlántico desde hace años. Claro que de esto tampoco no se quiere saber nada, ya que no hay nadie que se quiere enfrentar al problema que Gran Canaria sirve de puerta abierta de Europa para la pesca ilegal. ¿Quién quiere enfrentarse a la falta de medios técnicos adecuados para la lucha contra el aceite en las Islas Canarias? ¡El tema entonces es “quedarse quieto!”. Ya desaparecerá la atención con el tiempo y el aceite igualmente en cuanto se haya distribuido en la vastedad del Atlántico. Pero en realidad el aceite se quedará, igual que los problemas graves que han salido al presente con este mismo.
Fuentes: